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José Manuel Herrero, director de Investigación de Siniestros
La ingeniería forense en el sector asegurador



La ingeniería forense es una disciplina técnica que recurre a la aplicación de principios de ingeniería y metodologías para responder cuestiones sobre un siniestro como la determinación de su origen y la identificación de las causas raíz que lo han provocado, entre otras. La causa raíz está relacionada con circunstancias (eventos, condiciones o factores) existentes durante la especificación, el diseño, la fabricación, la instalación, el funcionamiento o el mantenimiento que han dado lugar al siniestro tal como lo hemos conocido y que si se hubiera eliminado se hubiera evitado el siniestro. El término forense se vincula a disputas legales o públicas por lo tanto su alcance estará adaptado a la naturaleza de la disputa y a los aspectos a aclarar.


El tipo de análisis que suele ser necesario en relación con los aspectos técnicos de los siniestros a menudo requiere la aplicación simultánea de varias disciplinas técnicas (electricidad, electrónica y regulación, materiales, hidráulica, organización industrial, estructuras, etc.) y conocimientos prácticos (experiencia en cálculo, construcción, ensayo, montaje, operación y mantenimiento de equipos así como la gestión de proyectos y la explotación de plantas industriales).


Los ingenieros forenses deben estar familiarizados con códigos, normas y prácticas habituales en las disciplinas en las que ejercen su actividad. En un siniestro inicialmente solo se sabe el resultado del hecho que ha sucedido. A partir de este punto de partida los ingenieros forenses van obteniendo evidencias y mediante procesos de ingeniería/razonamiento inverso, utilizando metodologías diversas, averiguan cómo ha sucedido el hecho que se investiga. Cuando se explica un siniestro se dice que dicho siniestro se ha reconstruido. Las conclusiones deben estar basadas directamente en evidencias y análisis, y no sobre otras conclusiones o hipótesis.


Durante el proceso de estudio de un siniestro, el ingeniero forense debe analizar y obtener conclusiones de los eventos y circunstancias asociados al siniestro y ordenarlos cronológicamente, debe plantear las hipótesis posibles que explican el siniestro y validarlas o rechazarlas con evidencias (muestras, declaraciones y documentos o registros) hasta llegar a una hipótesis lo más cierta y concluyente posible. El informe forense debe contener: datos identificativos, objeto, actuaciones realizadas y documentos de partida, antecedentes y circunstancias significativas, inspección ocular, valoración, otros informes o estudios específicos, análisis, conclusiones, diligencia, estudios adicionales y anexos. 


El ingeniero forense suele suscribir su informe forense en un proceso judicial o de arbitraje y en reuniones con otros técnicos. Esta ratificación será más sólida según sea la cualificación del ingeniero para este tipo de análisis, los hechos probados y las hipótesis utilizadas en su dictamen, la justificación de las conclusiones y la valoración de otras hipótesis posibles. 


Es evidente que, ante las dificultades y complejidades existentes para determinar el origen e identificar la causa raíz de un siniestro, la ingeniería forense se convierte en una herramienta necesaria para el mercado asegurador. Incorporar esta disciplina en la gestión de siniestros responde no sólo a necesidades evidentes sino a razones y motivos como los siguientes: cubrir la necesidad de conocer técnicamente los antecedentes y circunstancias significativas del siniestro, el origen y las causas raíz del siniestro; aplicar correctamente las condiciones de la póliza; contribuir a mejorar el riesgo (el estudio de causa puede servir al asegurado para evitar la repetición del siniestro y al asegurador para conocer la posibilidad de repetición del siniestro); contribuir a la mejora de la póliza como producto asegurador; servir de base para la estrategia jurídica en caso de subrogación contra terceros o para la defensa de una reclamación o disputa.


En un mercado global cambiante y dinámico como el actual, el sector asegurador también es cada vez más global y necesita ingenieros forenses experimentados y especialistas en distintas disciplinas para poder llevar a cabo los estudios de causa más complejos en siniestros técnicos tanto en España, Latinoamérica como en el resto del mundo.


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