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Asegurando la dieta mediterránea: seguros de bodegas y almazaras
El sector agroalimentario es un campo especialmente abonado para el seguro, y ofrece multitud de nichos de negocio muy apetecibles. Es el caso de los seguros de bodegas y almazaras, dos actividades unidas a nivel de producto asegurador y también, por supuesto, por brindar dos de los principales pilares de la dieta mediterránea desde tiempos inmemoriales: el vino y el aceite de oliva. A medio caballo entre los seguros industriales y los seguros agrarios, este tipo de pólizas tienen unas características muy específicas y requieren de un conocimiento muy profundo y especializado de las necesidades aseguradoras del sector.

Enrique González Hurtado, ACM Seguros. Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
Mario Román Heredia, Negosegur. Málaga.

 


Enrique González Hurtado es asesor comercial de Empresas de ACM Seguros (www.acmseguros.com), una correduría especializada en riesgos agroalimentarios ubicada en la localidad castellanomanchega de Alcázar de San Juan y nacida en el seno del Grupo de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha. Esta empresa nació hace 22 años con el objetivo fundamental de comercializar distintos tipos de seguros agrarios a través de las cooperativas, aunque en atención a la demanda de sus clientes ha ido ampliando la línea de negocio para ofrecer también seguros generales a todo el sector agroalimentario. .

Mario Román Heredia es socio de la empresa de mediación malagueña Negosegur (http://www.negosegur.es), que ofrece un amplio abanico de soluciones aseguradoras para empresas, particulares y profesionales. Está especializada en seguros para bodegas, para lo cual está en contacto con bodegueros, sumillers y enólogos. Fruto de esta colaboración, ha desarrollado una visión global del negocio que facilita especialmente la identificación de los riesgos y su posible tratamiento. Entre otras cosas, ofrece a las empresas del sector un estudio gratuito de sus bodegas para poder ofrecerles las soluciones aseguradoras que más se adecúen a sus necesidades.

 

 



Características y coberturas distintivas



Son productos de riesgos industriales que las compañías han unido aunque son riesgos diferentes, cada uno con sus especificidades. Las comunes son que, en general, el riesgo de incendio no es alto, que requieren algunas coberturas especiales (RC de productos alimentarios, robo de maquinaria anclada al suelo y de gran tamaño, el derrame de líquidos accidental, la protección ante daños al producto final, en caso de forma societaria cooperativa la consideración de los socios como terceros). El resto es similar a otra industria alimentaria. Casi todas las compañías aseguradoras así lo han entendido y tienen sus productos segmentados.

Por otro lado, otra característica que puede demandar coberturas especiales es la posibilidad de que haya también actividades de turismo rural y hostelería, visitas guiadas y algunas explotaciones agrarias anexas.



Lo más característico es la exposición frente al riesgo del daño característico de esta actividad, ya que su mercancía puede sufrir daños indirectos por la simple acción del calor. Las coberturas comunes son el daño por pérdida de aroma, sabor, textura en la mercancía, el derrame de líquidos y la pérdida de beneficios que, aunque es una cobertura que se trabaja poco, es de vital importancia para la supervivencia de una pyme caso de siniestro. Las necesidades aseguradoras son principalmente cubrir su Responsabilidad Civil por exportaciones de sus productos, tanto en Europa como el resto del mundo.




SINIESTRALIDAD Y CAPITALES ASEGURADOS


 


La siniestralidad en este sector, en general y según nuestra amplia experiencia, se limita a robos, a daños eléctricos o electrónicos, derrames accidentales y RC. Como el riesgo de colapso total de las empresas por incendio o explosión es muy bajo, el máximo daño posible es muy raro que se dé.

En nuestro caso, el cúmulo de capitales no suele superar los 8-10 millones de euros entre continente, maquinaria y existencias. De ahí hacia abajo.




 




La experiencia siniestral que tenemos en este sector es muy baja, se trata de clientes que cuidan con esmero su trabajo tanto propio como externo. En relación a la cuantía de los capitales asegurados, hay una variedad muy grande. Debemos tener en cuenta que tenemos un país muy diverso en cuanto a bodegas y almazaras: las hay desde familiares con ventas locales hasta grupos internacionales.



ESPECIALIZACIÓN



La especialización y la calidad de asesoramiento es siempre un grado y un hecho diferencial. Cuanto más se conozcan estos riesgos, su morfología, sus procesos productivos, sus tiempos y campañas y su estructura social y societaria, mejor se puede adecuar al cliente la solución aseguradora correcta. Generalmente no son contratos de adhesión y se puede y debe proponer, negociar y adaptar la póliza a la naturaleza concreta del riesgo y al candidato.



 
Todos los seguros requieren de una capacitación importante a la hora de asesorar a nuestros clientes. En este caso además se hace necesario conocer bien las peculiaridades del producto, tanto primario como final.








 











El papel del mediador y su relación con las compañías




El cotejo de las condiciones generales de las diferentes ofertas, de las posibilidades de suscripción de algunos riesgos, de exclusiones, de condiciones de aseguramiento, etc., requiere de un profesional independiente que asesore y se ocupe de que los deseos y necesidades del candidato se vean, en lo posible, atendidas. Además, el mantenimiento del contrato y el servicio postventa es tan importante como la venta aunque el precio es cada vez más un motivo determinante de compra, de revisión y de salida al mercado de los riesgos. Las compañías de seguros han entrado en una guerra de precios. Ello nos lleva a una inexistencia de tarifa en la que la referencia es la oferta de la competencia o la prima en vigor, lamentablemente, porque hace que sea el casi único argumento y provoca una pérdida de valor.


 
La mediación siempre es importante por la profesionalidad y valor añadido que aportamos, aunque existen clientes que anteponen la prima frente a la calidad. La colaboración entre la mediación y las compañías es buena en este mercado: hay compañías que tienen un producto específico y eso facilita la labor.





 







TENDENCIAS DE FUTURO




La concentración de empresas que ganan en dimensión, la apertura a mercados con necesidades específicas, con lo que las RC han de cambiar. También las nuevas construcciones y la maquinaria están cambiando. Otra tendencia de futuro son las actividades secundarias (hostelería, turismo rural, etc.)

 


El futuro en este nicho pasa por una responsabilidad civil más amplia y adaptada a los mercados internacionales.


 


 
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