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Alejandro Sanchez del Campo. Abogado, editor de Replicante Legal y regulatory senior legal counsel en Telefónica Digital
¿Cómo afecta el Internet de las cosas y el big data al sector asegurador?

Todos los días vemos noticias en prensa relacionadas con lo que se denomina “internet de las cosas” (IoT por sus siglas en inglés). Algunos expertos afirman que estamos ante la siguiente gran disrupción económica  y las previsiones nos hablan de 50 billones de máquinas conectadas en pocos años y de un crecimiento exponencial de ingresos en este nuevo segmento. 

Por otro lado, la conectividad abre posibilidades inimaginables previamente para los fabricantes por la relación directa que ofrece con el usuario. IoT convertirá a todos los fabricantes en productores de objetos digitales. Un objeto conectado permite a su productor saber cómo se usa, cuánto tarda en consumirse, qué le pasa con el tiempo y, por tanto, cómo fabricarlo mejor. 

Añadido a lo anterior, estamos asistiendo a la explosión del fenómeno conocido como big data. La cantidad de información de todo tipo disponible en la actualidad es inmensa. En los últimos tres años se ha generado tanta información como en toda la historia de la humanidad y la tendencia no hace sino aumentar vertiginosamente. Como apunta IBM, necesitamos una nueva forma de afrontar el procesamiento de grandes volúmenes de datos que por su naturaleza desestructurada no pueden ser analizados en un tiempo aceptable, usando los procesos y herramientas tradicionales. Big data e internet de las cosas están transformando profundamente muchos sectores. Por citar un ejemplo, hace unos meses salía la noticia de que algunos equipos de la NBA están cambiando su forma de jugar y tirando más triples porque los datos demuestran que es la alternativa más efectiva. 


Sensación ‘Gran Hermano’ 

¿Cómo afectan estas nuevas tecnologías al mundo del seguro? La consultora Roland Berger ha publicado uninforme al respecto  después de tener un debate con 23 compañías aseguradoras de 8 países europeos. El documento trata de analizar cómo va a evolucionar el mercado asegurador en los próximos años como consecuencia de la llegada de internet de las cosas. La consultora entiende que los tres grandes ámbitos de oportunidad para las aseguradoras en el mundo IoT son: el coche conectado (desde análisis de hábitos de conducción hasta localizadores de coches robados), el hogar conectado (detectores de humos o agua, cámaras de seguridad, termostatos, etc) y la salud conectada: wearables, sistemas de monitorización de enfermos, aplicaciones móviles…).   

Según dicho informe, el 60% de las aseguradoras europeas ya han lanzado soluciones para el caso del automóvil conectado, pero no han entrado todavía apenas en el hogar y la sanidad. En España sólo dos de las cinco aseguradoras consultadas ofrecen productos específicos relacionados con el automóvil. Un ejemplo podría ser la app Generali Driver que lanzaron al mercado Telefónica y Generali hace unos meses y que mide los hábitos de conducción, proporciona consejos personalizados y prima a los buenos conductores con premios directos, trofeos digitales y sorteos mensuales. El coche conectado se percibe como el sector de IoT con más capacidad de crecimiento ya que se estima que pase del 20% de penetración al 60% en 2025. En cualquier caso, la monitorización y recopilación constante de información de los clientes puede tener un lado negativo. Las aseguradoras podrían conocer dónde está el coche en todo momento o la velocidad a la que conducía el cliente cuando cometió una infracción de tráfico. Es clave que las compañías respeten escrupulosamente la normativa de protección de datos y las recomendaciones de los expertos para no crear una sensación de “gran hermano” que perjudique su reputación. 

La consultora AT Kearney también coincide en que el IoT va a revolucionar el sector asegurador tradicional y va a abrir nuevas oportunidad para el crecimiento, siempre que las compañías sean capaces de entender las nuevas necesidades de los consumidores y adaptar desde ya sus modelos de negocio. En definitiva, todos los datos e informes apuntan a que internet de las cosas y big data han llegado para quedarse. Teniendo en cuenta que su potencial disruptivo es enorme haremos bien en seguir los consejos de AT Kearney y plantearnos cómo tenemos que adaptar nuestro negocio para capturar las espectaculares oportunidades que nos ofrecen.


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