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Adoración Expósito, consultora de Negocio de Cálculo, empresa colaboradora de AREA XXI
Un plan para que su negocio sea imparable

En un Plan de Continuidad de Negocio (PCN), las Tecnologías de la Información (TI) resultan vitales. Y lo son porque en ellas se encuentra el auténtico ADN de la compañía (los datos que nos permiten entender su funcionamiento, asimilar su desarrollo y crecimiento, e incluso diagnosticar su comportamiento a futuro). Pero por muy fundamentales que sean, las TIC por sí solas, sin las personas que las manejan y en las que reside el conocimiento no aportan demasiado. Las personas son, sin duda, el valor añadido de las compañías.

Por eso un Plan de Continuidad de Negocio no solo afecta al área de TI, sino que debe implicar también a las personas que operan en la empresa y toda la infraestructura necesaria para que puedan trabajar con un mínimo de confortabilidad y eficacia. Un Plan de Continuidad de Negocio es todo un plan logístico, una estrategia capaz de poner en marcha una compañía, un establecimiento de servicios mínimos durante una ocurrencia o incidente no esperado.

Porque "no esperado” no significa “no previsto” y es ahí donde las empresas han de ser cautas y prever un posible evento de consecuencias catastróficas que les impida realizar  su actividad.

Un Plan de Continuidad de Negocio conlleva inexcusablemente un Plan de Contingencia asociado pero, por sí mismo, solo levantaría el área de TI. Después ¿qué? ¿Dónde acude el cliente?, ¿quién le da la atención que requiere y necesita? ¿En qué lugar físico trabajan los empleados?

La actividad aseguradora responde ante un siniestro o prestación a un asegurado. Las personas queremos personas y aunque no sepamos hacer nada sin la tecnología, necesitamos de la comunicación verbal para expresar lo que nos ha ocurrido. ¿O seríamos capaces de contentarnos con una evaluación médica proveniente de una máquina? Estamos evolucionados, pero no creo que tanto.

Implementar un Plan de Continuidad de Negocio pasa por conocer las normas BS-25999 y la ISO 22301. Ambas ayudan y, si bien no es necesario que las empresas cuenten con su certificación, su aplicación da mayor confiabilidad en la capacidad de respuesta de la compañía ante un desastre no esperado. No contar con estos planes es sinónimo de no dar el servicio requerido y, por ende, de la posible pérdida de clientes y cierre de la entidad. 

Antes de que llegue el lobo

Para empezar, hay que ajustar la implementación del Plan a las necesidades de cada empresa cuanto antes, porque de no hacerlo, el lobo podría aparecer.

Es necesario determinar qué procesos son críticos y qué personas son las que los llevan a cabo, diagnosticar a qué amenazas están sometidos, evaluar qué medidas preventivas deberemos poner en marcha para que la contingencia no nos afecte y si lo hace, tenga el menor impacto posible. También hay que prepararse para saber, si al final ocurriese el siniestro, qué pasos dar para que la recuperación del negocio se realice en el menor plazo de tiempo hasta la reanudación total de la actividad, organizando personas, centros de respaldo, comunicaciones, alojamientos, desplazamientos… Y todo, esto debe hacerse de una forma controlada y organizada, enfocada a la supervivencia del negocio.

Si la prueba funciona, el objetivo está cumplido, pero no hay que olvidarse del mantenimiento constante del documento de control, y las pruebas han de convertirse en un proceso más de la compañía, con asignación de tiempos y personas que comprueben la efectividad del mismo.

Poner en marcha un Plan de esta envergadura es una tarea costosa que requiere del esfuerzo de todos, primero a nivel de concienciación y después de evaluación y ejecución. 

El apoyo en expertos hace que el impacto de estos eventos no esperados sea más controlado, disminuyendo riesgos y  simplificando daños, lo que implica un importante ahorro de costes. 

En Cálculo llevamos más de 47 años demostrándolo. Las TI -ese ADN por el que fluye el saber de la empresa- corren por nuestras venas, y el conocimiento del negocio asegurador, fundamentado en la experiencia de las personas, que son la base de nuestra compañía, es nuestro mayor valor añadido.

Cálculo es una empresa española especialista en soluciones de TI para la industria aseguradora, que colabora con la Consultora AREA XXI en el desarrollo de Proyectos de PCN


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