Catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia y Presidente de la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), el Dr. Luis Montoro ha sido Decano en dicha Universidad y miembro fundador y director del Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS). Ha publicado más de 35 libros, coordinado más de 150 proyectos científicos y realiza una extensa actividad docente e investigadora con diferentes centros nacionales e internacionales. En su trayectoria figuran también numerosas intervenciones en el Congreso y el Senado, citado como experto en Seguridad Vial, y ha recibido más de 20 premios nacionales e internacionales en reconocimiento a su labor investigadora, entre ellos el ‘Premio Europa de Seguridad Vial’ o el ‘Premio a la mejor investigación de la Asociación Internacional de Autopistas’. Está en posesión de la medalla al mérito de la Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico.
¿Cómo y cuándo comienza su vinculación con la seguridad vial y en concreto con FESVIAL?
Mi vinculación con la seguridad vial viene del año 1980, cuando entré como profesor ayudante en la Universidad de Valencia y ya comencé a interesarme por el tema. Después tuve la suerte de que mi cátedra se rotulara de Seguridad Vial (BOE 9.5.1991). Posteriormente fui miembro fundador y director del Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS) de la Universidad de Valencia y pensé, junto con otras personas, que era necesario también crear en España una fundación relacionada con la seguridad vial, cosa que ocurrió en el año 2008. El motivo estaba claro: había fundaciones sobre muchos temas sociales, pero ninguna relacionada con un problema de tanto impacto social, que sirviera para aglutinar organismos, empresas, instituciones, personas y esfuerzos tendentes a la mejora de la seguridad vial y la prevención de los accidentes de tráfico. La respuesta fue extraordinaria y se ha conseguido tener un importante patronato, ejemplar, muy activo, involucrado y muy preocupado por el tema.
¿Cuáles son las líneas generales de actuación de la Fundación FESVIAL?
La Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) tiene como principal objetivo prevenir los accidentes de tráfico y mejorar y difundir la seguridad vial. Para conseguirlo desarrollamos diferentes líneas de actuación, entre las que destacan: las investigaciones y estudios con el objeto de conocer los principales riesgos en el tráfico y, de esta forma, poder realizar acciones preventivas mucho más eficaces; la educación y formación en seguridad vial, es otra línea de actuación importante, ya que es la base fundamental para introducir comportamientos seguros en la conducción; en tercer lugar está la organización de jornadas, congresos, foros y encuentros relacionados con la seguridad vial, para promover, compartir y divulgar conocimientos, estudios y acciones que contribuyan a reducir los siniestros viales. Además de todo ello, realizamos numerosas campañas de concienciación e información sobre los principales factores de riesgo en la conducción.
¿Cuáles son los principales proyectos para 2014?
Hay muchos proyectos y actividades previstas. Dentro de ellas, una de nuestras principales líneas de actuación se va a dirigir de manera especial a la seguridad vial laboral. En este ámbito, este año tenemos previsto realizar diferentes actividades como: desarrollar varias plataformas web de seguridad vial laboral para empresas con el objeto de informar, formar y concienciar a sus trabajadores sobre los accidentes laborales de tráfico; diseñar e impartir cursos de formación en seguridad vial laboral tanto para trabajadores como para técnicos de prevención en riesgos laborales; crear una comisión de expertos compuesta por empresas representantes de diferentes sectores con el objeto de desarrollar planes de actuación en seguridad vial laboral más eficaces; celebrar jornadas, charlas y encuentros para difundir buenas prácticas en seguridad vial laboral por parte de las empresas y también sobre cómo implantar la ISO 39001.
Además de estas acciones, también está previsto realizar estudios sobre temas como la seguridad y movilidad en las ciudades, el impacto de la fatiga y del cansancio en la conducción, o los conductores mayores de 65 años que, como es bien sabido, es un importante grupo de riesgo en el tráfico. También, se va a potenciar el blog Movilidad Segura, donde insertamos información y contenidos sobre seguridad vial, y realizamos periódicamente entrevistas a expertos en la materia.
¿En qué situación se encuentra España en cuanto a niveles de siniestralidad? ¿Cómo hemos evolucionado en los últimos años?
Nuestro país llegó a tener 9.344 muertos en el año 1989. Eran unas cifras sobrecogedoras e insostenibles en lo emocional, en lo sanitario, en lo social y en lo económico (el coste de los accidentes llegó a situarse en unos 16.000 millones de euros/año, si se suman todos los conceptos). Actualmente estamos en unos 1.800 muertos/año, con casi el doble de vehículos por habitante. En concreto desde el año 2001, España ha reducido sus muertos en más de un 65 %, una de las mejores cifras de la Unión Europea. Sin embargo, esto no quiere decir que el problema esté resuelto. Las sociedades conducen como viven, como son y como están. El tráfico está vivo y es muy cambiante. Cualquier fenómeno como la aparición de la crisis, el teléfono móvil o un nuevo tipo de droga pueden hacer cambiar los datos de siniestralidad. Por ello, siempre hay que estar investigando y actuando sobre el tráfico y la seguridad vial, si realmente queremos tener bajo control el fenómeno de la siniestralidad.
¿Hasta qué punto ha sido fundamental la prevención y la educación vial para el descenso de la siniestralidad?
Es absolutamente vital. Tenemos miles de estudios que nos dicen claramente que entre el 70 % y el 90 % de los accidentes son debidos a un fallo humano, y para paliar el fallo humano, aunque hay muchas alternativas, lo mejor es la prevención a través de la educación y la formación. Podremos hacer carreteras inteligentes y coches inteligentes, pero de nada nos va a servir si no hacemos conductores inteligentes, bien formados y preparados, porque en las manos del conductor siempre estará la última decisión que puede provocar o evitar un accidente. Lamentablemente el conductor actual tiene muchas deficiencias en el terreno de la educación. Esto es muy grave y preocupante, porque como dice la Organización Mundial de la Salud, el accidente no es accidental y por ello es evitable, en especial con una buena formación y, curiosamente, así los reconocen masivamente los conductores en muchas de las encuestas que hemos hecho al respecto. La educación y la formación son la mejor vacuna que podemos utilizar contra la ‘enfermedad’ de las muertes por tráfico.
Los grandes temas (alcohol, velocidad) están todos muy trabajados. ¿Qué otros factores de riesgo hay que abordar en cuanto a prevención (estado de los vehículos, señalización, etc.)?
Efectivamente, los temas del alcohol y la velocidad están tratados en miles de estudios y de acciones preventivas en todo el mundo. No obstante, hay todavía muchas dimensiones que es necesario abordar en ese asunto y que tienen que ver sobre todo con factores sociológicos, que son muy cambiantes y diferentes en cada sociedad. Aparte, quedan muchos temas y retos por resolver en nuestro país como: las carreteras secundarias, los tramos de concentración de accidentes, la implantación de las auditorías de seguridad vial, la mejora de la seguridad vial en las ciudades, la potenciación de la formación de los conductores, una mayor coordinación entre administraciones, la mejora de la respuesta sanitaria en caso de accidente, los accidentes laborales de tráfico y una mayor atención a determinados colectivos de riesgo vial como peatones, motoristas, ciclistas o personas mayores. Todo ello sin olvidar uno de los mayores factores de riesgo existente en el tráfico actual: las distracciones, que han tenido en los últimos años una subida espectacular, y que ya están implicadas en más del 40 % de los accidentes de tráfico y en un porcentaje similar en el caso de los peatones atropellados. Nunca pudimos imaginar que el teléfono móvil y en concreto el Whatsapp pudiera tener tanto impacto en la seguridad vial. Y por supuesto queda mucho que hacer en la mejora de la señalización (muchas señales no cumplen los grandes principios fundamentales de las mismas: ser visibles, legibles creíbles o inteligibles, aparte de estar envejecidas o sin mantenimiento adecuado). También es un reto de futuro la renovación del parque de vehículos. Actualmente, más del 45 % de los vehículos españoles tiene más de 10 años. Aparte del consumo o la contaminación, esto es grave para la seguridad activa y pasiva, algo que repercute muy directamente en que se produzca un accidente y, sobre todo, en los resultados del mismo.
¿Es preferible la reeducación a la sanción?
Este es un tema también muy investigado y tenemos claro, por los estudios, que son sistemas complementarios. Sin sanción se disparan las infracciones, las conductas de riesgo y los accidentes, por lo que el sistema vial no podría funcionar sin ellas. Ahora bien, lo que no se puede hacer es descargar sobre las multas todo el peso de las políticas preventivas. Eso provoca un fracaso estrepitoso del sistema. Hay que tener en cuenta además, que para que la sanción consiga sus objetivos, tiene que cumplir toda una serie de principios (contingencia, proporcionalidad, conocimiento, aceptación, equidad, sistema de comunicación, etc.) que en muchas ocasiones no se respetan ni se investigan, pese a lo que se recauda por este concepto. En todo caso, la reeducación es un sistema más eficaz por muchas razones, que van desde su impacto en el comportamiento y en las actitudes, hasta su estabilidad en el tiempo. Además, hay que reparar en algo muy importante: hay cientos de conductas (como usar el teléfono manos libres) que no son sancionables pero que son muy peligrosas. A esas solo se puede llegar con la educación y la formación.
Usted participó en la implantación del carnet por puntos. ¿Qué opina de la posibilidad de instaurar en España la ‘reválida teórica’ de los conocimientos de los conductores que renuevan el carné?
La sociedad es a veces contradictoria: exigimos seguridad, pero no estamos dispuestos a hacer un esfuerzo para conseguirla nosotros mismos. Mucha gente rechazaría un reciclaje de sus conocimientos aunque en ello estén en juego sus vidas y las de los demás. Los investigadores procuramos no tener opiniones y hablar con datos, y los datos en este tema son contundentes. Hace poco realizamos una investigación consistente en poner un examen teórico, de los que hace la DGT, a 3.000 conductores con más de 5 años de antigüedad en el permiso de conducir. Los resultados fueron más que preocupantes: suspendió el 96,5 % de los conductores españoles. Creo que el dato deja claro que hemos de buscar alguna forma de reciclar a la población (que no tiene por qué ser obligatoria) en temas de normativa, señalización, seguridad vial, etc. De lo contrario, mucha gente se va a matar (y van a matar) por no tener los conocimientos suficientes. Claro que ante este problema podemos mirar hacia otro lado, como muchas veces hace la sociedad.
El pasado mes de mayo se celebró el Congreso ORP 2014 sobre Prevención de Riesgos Laborales. ¿Cómo han evolucionado los accidentes in itinere? ¿Se han puesto en marcha o están previstas acciones para reducirla?
La accidentalidad laboral debida al tráfico es uno de los grandes retos de futuro y así lo han puesto de manifiesto numerosos organismos como la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, el Parlamento Europeo, la Organización Mundial de la Salud o la Organización Internacional del Trabajo. Los datos globales de los últimos diez años nos indican que el 38 % de los muertos en el ámbito laboral son por causa del tráfico. En concreto, los accidentes in itinere (los que se producen a la ida o a la vuelta del trabajo) cada vez tienen porcentajes más elevados, entre otras cosas, porque con el paso de los años cada vez se trabaja más lejos del lugar donde se reside. Afortunadamente, se está tomando más conciencia del problema en las administraciones y las empresas, y estamos poniendo en marcha cuatro tipos de acciones preventivas: la investigación, la difusión de las buenas prácticas, las campañas generales y la formación específica para colectivos especialmente vulnerables al riesgo.
¿Cómo valora el papel de la compañías de seguros y de los mediadores en cuestiones de seguridad vial? ¿Qué más se podría hacer?
Aunque hay compañías y mediadores que podrían y deberían implicarse mucho más en el tema, desde hace bastantes años la mayoría tienen plena conciencia de su responsabilidad y están haciendo directamente o están impulsando muchas actividades en el ámbito de la seguridad vial: campañas, investigaciones, publicaciones, becas, congresos, jornadas, etc. Dicho esto, es evidente que todavía quedan muchas cosas por hacer. Por ejemplo, en general hay muy poca información directa al asegurado sobre temas de seguridad vial, tanto en el momento de contratar un seguro, como a lo largo del tiempo como asegurado. Los asegurados reciben muchas informaciones de los temas más diversos y prácticamente ninguna relacionada con el tema más importante: asegurar la seguridad.
Un estudio llevado a cabo por Liberty junto a Fesvial, permitió desarrollar un análisis de la seguridad vial en torno a los viajes familiares. ¿Puede comentar los resultados?
El estudio “Hábitos y comportamientos de las familias cuando viajan en vehículo privado” se realizó con el objeto de conocer cómo se realizan los viajes familiares por vacaciones y ocio, y detectar los comportamientos más inseguros. Las principales conclusiones del estudio fueron que cuando los conductores viajan con sus familias el miedo a sufrir un accidente es superior a cuando viajan solos. También cumplen en mayor medida la normativa, y el 50 % de los conductores circula incluso más despacio.
Entre los comportamientos más peligrosos que se detectaron destacan los siguientes: a pesar que la gran mayoría de conductores ubica el equipaje en el maletero, un 13 % reconoce que lleva parte de las maletas y bultos en el interior del vehículo, lo que puede suponer un grave peligro en caso de accidente y frenazo brusco. Por otra parte, se ha visto que la totalidad de los conductores llevan el equipaje de mano en algún asiento libre del vehículo o bajo las piernas, y tan sólo un 28 % lo colocan en las guanteras o compartimentos del vehículo que es el lugar más seguro. Hay que tener en cuenta que un objeto que pese diez kilos, en un choque a tan solo 60 km/h, se convierte en un ariete de casi 600 kilos. Otra práctica descubierta, muy común cuando viajan varias familias juntas en distintos coches, es seguirse durante el camino en lugar de acordar un punto de encuentro. Esta práctica resulta peligrosa, ya que requiere poner gran parte de la atención y adecuar la velocidad al vehículo al que se sigue o se precede, pudiendo provocar distracciones. Finalmente se pudo constatar otro dato preocupante: el 81 % de los conductores cuando realizan viajes cortos no llevan a cabo una revisión previa del vehículo.