“Entendí que era necesario englobar a todos aquellos juristas que estudiamos la responsabilidad civil en España para unir nuestro conocimiento”
Es uno de los más acreditados especialistas en derecho civil, derecho de daños y derecho del seguro de nuestro país. Su trayectoria no deja lugar a dudas: socio y director de la firma de abogados HispaColex Servicios Jurídicos; fundador y secretario general de la Asociación Española de Abogados de Responsabilidad Civil y Seguro; y miembro de pleno derecho de la Pan-European Organization of Personal Injury Lawyers, PEOPIL (Organización Europea de Abogados de Daños Personales). Destaca también su labor como docente, ejerciendo como profesor universitario de diversos máster sobre derecho de daños y derecho civil y dirigiendo el Master Propio de Responsabilidad Civil de la Universidad de Granada. Pero, más allá de su currículum e incluso más allá de la Cruz de San Raimundo de Peñafort, distinción que le fue otorgada en 2011 por su relevante contribución al desarrollo del Derecho, lo que distingue a este granadino es su empeño por hacer avanzar la jurisprudencia, su pasión por el derecho comparado y su constante preocupación por la formación continua, por el estudio, por la divulgación… en definitiva, por dejar a nuestra jurisprudencia su mejor legado como jurista.
¿Por qué definen HispaColex como una alternativa a la abogacía convencional?
Nuestro despacho tiene 24 años y está formado por 46 abogados en diferentes delegaciones especializados en el mundo del seguro. Trabajamos para una docena de compañías y las asesoramos en todas las materias: responsabilidad civil del automóvil, industrial, profesional… A algunas les llevamos toda una cartera de clientes y trabajamos en toda España, a través de la red de despachos Hispajuris, de la que formamos parte desde hace 15 años. Damos un servicio global, desde la tramitación del siniestro hasta asesoramiento en el juicio.
¿Trabajan también con mediadores?
Sí, tenemos convenios con corredores por los cuales nos designan a nosotros porque entienden que prestamos un servicio de calidad a sus clientes y ellos a menudo no son especialistas en responsabilidad civil. Cuando se hace un seguro merece la pena asesorarse bien para estar bien cubierto. En este sentido la labor del mediador es fundamental para que el cliente esté bien informado.
¿Existe un gran desconocimiento general sobre el contenido de las pólizas?
En la mayoría de los casos los asegurados no conocen sus derechos, no entienden las pólizas o no se las han leído. Además, cuando se contrata una póliza a veces se valora mucho dependiendo de unas cosas y se olvidan otras, por ejemplo en pólizas de responsabilidad civil los asegurados se fijan mucho en los límites y no se fijan en el objeto y hay que hacer ver a los clientes que el objeto tiene que estar muy bien descrito y detallado. Es importante también que sepan que no tiene sentido el infraseguro, es decir el hecho de declarar menos riesgo para que la prima sea menor, porque lo único que se consigue es que el día que tengan un siniestro no se les pague adecuadamente. Si uno tiene problemas de financiación existen otras opciones.
¿Cuáles?
Yo aconsejo a mis clientes, y especialmente a las empresas, que por supuesto no escatimen en seguros, el seguro es una pieza fundamental de nuestro sistema, el seguro es el antídoto del riesgo y te garantiza la tranquilidad de poder llevar tu negocio adelante. Sin embargo, en casos apurados aconsejo evitar el infraseguro y optar por una franquicia, porque ante un siniestro importante si tienes un infraseguro te puedes quedar sin empresa, pero sin embargo si tienes una franquicia te va a cubrir entero el siniestro, menos la franquicia, por lo que la empresa no se resiente. En definitiva, es muy importante prestar un buen asesoramiento a los asegurados.
Usted es uno de los pocos especialistas en responsabilidad civil de España
La materia de la responsabilidad civil y el seguro está muy atrasada en España respecto a otros países. Yo hice la tesis doctoral sobre el lucro cesante en los accidentes de circulación y encontré muy poca bibliografía aquí sobre lo que es la reclamación patrimonial del daño, sobre el lucro cesante, en definitiva sobre lo que es el derecho de daños, por lo que tuve que irme a Bolonia (Italia) para desarrollarla porque allí, como en Alemania o Inglaterra, están más avanzados en estos estudios. Luego, tras tantos años estudiando el tema de la responsabilidad civil entendí que era necesario englobar a todos aquellos juristas, abogados que estudiaran esta materia en España para unir nuestro conocimiento.
Y creó la Asociación Española de Abogados Especializados en Responsabilidad Civil y Seguro.
Yo soy de Granada y trabajo en Granada, así que junto con otros compañeros fundamos esta asociación en Granada en el año 2001. Entendí que era oportuno crear esta asociación, con nuestro presidente Mariano Medina Crespo a la cabeza, una de las figuras más importantes en España en materia de responsabilidad civil. La asociación no toma partido por nadie, es decir ni a favor de las víctimas ni de las compañías de seguros, es una asociación de juristas, no es nuestra función defender los intereses de ningún sector sino el estudio y el desarrollo de lo que es el derecho a la responsabilidad civil. Tenemos unos 1.500 asociados, algunos de ellos abogados de compañías de seguros, otros de víctimas y otros de ambas cosas.
Una de las principales actividades de la Asociación es el congreso anual
Lo llevamos a cabo todos los años en una ciudad distinta. Este año 2014 tendrá lugar en Sabadell. Lo que queremos es contar con todos los juristas y letrados entregados al estudio de la responsabilidad civil en España y compartir conocimiento con otros colegas del resto del mundo, por lo que también llevamos a cabo un congreso internacional, el primero de los cuales tuvo lugar el año pasado en Granada, y lo vamos a ir repitiendo cada dos años porque vemos que es muy necesario conocer lo que se hace fuera. El sistema legal de valoración español es muy interesante salvo en todo lo que se refiere al daño patrimonial, y a raíz de los congresos hemos podido avanzar mucho en este campo y divulgar este y otros conocimientos.
¿Cómo se concreta esta labor de divulgación?
Básicamente a través de nuestra revista, considerada una de las mejores sobre responsabilidad civil. Tiramos 3.000 ejemplares, 1.500 para los miembros de la asociación y otros 1.500 para los magistrados de las audiencias provinciales, del supremo, bibliotecas de las facultades de derecho, de los colegios de abogados, departamentos de siniestros de las compañías de seguros… Es decir, estamos haciendo una labor divulgativa del derecho de la responsabilidad civil y del seguro con ánimo de que esta materia avance en España y nos vayamos acercando a Europa y esto es lo que ha conseguido que nuestra asociación se posicione a nivel nacional como la única en esta materia tan específica.
Además, la asociación ha participado en la propuesta de reforma del sistema legal normativo de valoración de los daños en accidentes presentada el 22 de mayo pasado. ¿Cómo valora el resultado de este trabajo?
Durante 4 años nuestra asociación ha participado tanto en el grupo de expertos, a través de nuestro presidente, como en el grupo plenario consultivo, a través de mi persona, de esta propuesta que por primera vez ha contado con todas las entidades representantes de todas las partes: víctimas, aseguradoras, peritos… Todas las piedrecitas que hemos ido poniendo cada uno de nosotros, unido a la evolución de la jurisprudencia en materia de lucro cesante, ha hecho que por fin hayamos consensuado una propuesta de sistema de valoración del daño personal muy buena, podríamos decir que ha sido un avance impresionante, como pasar de una bicicleta a un deportivo. Se ha hecho un trabajo magnífico aunque todavía no es una norma legal porque tiene que tener su trámite.
Y, ¿cómo valora su contenido?
La propuesta tiene 115 artículos frente a los 2 que tenía el sistema actual pero, sobre todo, pienso que lo mejor es que se puede aplicar ya, no en los accidentes de circulación porque ahí existe una ley y es de obligado cumplimiento el baremo actual, pero en los accidentes laborales, negligencias médicas o una caída en la calle por ejemplo, donde se aplicaba la normativa de los accidentes de circulación con carácter orientativo porque no se disponía de otra cosa. Ahora se dispone de una herramienta magnífica que es esta propuesta y habrá jueces que, desde ya y sin esperar a que sea ley, empezarán a aplicarla como sistema valorativo opcional, tan legítimo y tan válido como el anterior. Es más, desde mi punto de vista, más legítimo y válido porque está elaborada por un grupo de profesionales que engloban a todos los implicados: asegurador, víctimas, peritos… Y, si hemos conseguido que todas las partes estén de acuerdo en un sistema valorativo nuevo, hay que darle la máxima rapidez posible a su aprobación como ley para ponerlo en marcha también en los accidentes de circulación.
Su labor en el campo de la responsabilidad civil se completa con su actividad formadora. ¿Cómo está funcionando el máster con título propio que dirige en la universidad de Granada?
Hace unos años, en colaboración con la universidad de Granada y con el Colegio de abogados de Granada, empezamos unos cursos sobre valoración del daño corporal y negligencias médicas que finalmente convertimos en un máster oficial con título propio de la universidad de Granada sobre responsabilidad civil. Empezó el año pasado, tuvo un gran éxito y este año continua con la segunda edición. Engloba no solo la responsabilidad civil automovilística sino también la médica, la patrimonial, la empresarial, la laboral, por defecto de producto… en fin, todas las materias de responsabilidad civil, derecho de daños y derecho de seguros. Es un máster de 600 horas muy completo y que permite al alumno conectar con el nuevo sistema de Bolonia especializándose en una materia muy amplia, muy bonita.
¿Cree, pues, que el futuro de la profesión está en la especialización?
Creo firmemente que es hacia donde tenemos que ir, porque el mejor servicio solo se da a través de la especialización y de la formación continua. Y así, además, se cumple con esa responsabilidad social que tiene el abogado de hacer evolucionar la jurisprudencia. Detrás de una gran sentencia a veces hay un buen magistrado, pero lo que está claro es que detrás de una gran sentencia siempre hay un buen abogado que ha sabido pedir y ha sabido justificar. Y el avance de la jurisprudencia no se logra con el corta y pega, sino con el estudio de las diferentes posiciones doctrinales, viendo lo que se hace en otros sitios, aportando el derecho comparado, aportando estudios, aportando, en definitiva, esa nueva visión que te permite, por haber estudiado una materia en profundidad, trasladar al juez unos conocimientos nuevos y unas ideas nuevas que harán que se evolucione poco a poco a base del trabajo de letrados que, además de ser abogados, estudian, escriben y se preocupan por ser buenos juristas.