Las start up han saltado al panorama empresarial con una fuerza inusitada. En España hoy su ‘poder’ es todavía pequeño pero en el Reino Unido en 2015 fueron las ‘culpables’ de más del 50% del empleo nuevo que se creó. En nuestra país, en este 2016, prevén crear 7.000 nuevos puestos de trabajo. Estas empresas, pequeñas hoy pero con un radio de acción inmenso, tiene un gran potencial para el mercado de seguros. Ya hoy lo tienen, especialmente, en el ramo de Salud. Conviene seguirlas de cerca porque en la apuesta por la tecnología y el cliente de las aseguradoras tendrán mucho que decir.
¿Cómo nace la idea de crear la asociación para este tipo de empresas emergentes?
El origen de la asociación lo podemos encontrar en el Manifiesto Español de las startups. Tras la elaboración del manifiesto nos dimos cuenta de todo el trabajo que queda por hacer. Consideramos necesaria una asociación que vele por los derechos de las startups, que se convierta en su voz ante las instituciones y que trabaje por mejorar el ecosistema emprendedor en nuestro país.
Nuestra experiencia nos dice que en la mayoría de los casos los fundadores de startups están demasiado ocupados levantando su negocio como para preocuparse por cosas como la legislación o la fiscalidad que se está aprobando, de la que no se ocupan hasta que es demasiado tarde.
La Asociación se dedica a simplificar esta tarea absorbiendo el grueso del trabajo duro que hace falta para estudiar y valorar las normas y leyes que afectan al ecosistema, siempre estando al servicio del interés de las startups.
¿Con qué objetivos nacen?
Convertirnos en la voz de las startups españolas para establecer un diálogo efectivo tanto con aquellos que forman parte del proceso legislativo, como con la sociedad en un sentido amplio.
Como se recoge en nuestros estatutos: El fin de la asociación es crear un entorno favorable para el desarrollo de las startups en España realizando labores de interlocución, comunicación y colaboración con los organismos y agentes relevantes del sistema para la defensa de los intereses de las startups y de su ecosistema.
Aunque son varias las líneas que recoge el Manifiesto, los 3 principales retos son:
- Derribar las trabas socioculturales que impiden la innovación
- Crear un regulatorio flexible que ayude a constituir estas empresas
- Determinar medidas que posibiliten que el capital sea accesible para toda idea innovadora
Un 85% más de empleados
¿Cuáles son los denominadores comunes para considerar una empresa startup y hasta cuándo se la puede llamar así?
Una startup es un proyecto de base tecnológica, innovador y con alto potencial de crecimiento. Las startups pasan por varias fases: descubrimiento, validación, eficiencia y crecimiento.
Durante la fase de crecimiento, especialmente cuando ya han conseguido una ronda grande de financiación, hay gente que deja de denominar a la empresa startup para llamarla “scale-up”, pero no hay consenso al respecto.
Una startup deja de ser tal un poco después cuando gasta más esfuerzo y dinero en mantener la estructura existente que en innovar y crecer. En la mayoría de los casos también podemos considerar una señal que dejen de necesitar inversión para vivir y sobrevivan de sus fondos propios, aunque como hemos señalado antes esto también puede ser considerado una estrategia de crecimiento sostenible.
¿Cuál cree que será el desarrollo de este tipo de empresas surgidas con el aliciente del incremento de la tecnología?
Están llamadas a ser las empresas de un futuro muy cercano. Las principales startups españolas prevén crear 7.000 nuevos puestos de trabajo en 2016, un 85% más que en 2015. El ritmo de crecimiento de una startup es por definición muy superior al de una gran empresa y la tendencia positiva respecto a la inversión que hemos tenido en 2015, en cuanto a financiación, se convertirá en creación de empleo en 2016.
Las startups se están convirtiendo en uno de los principales motores de creación de empleo. Según Isidro Laso, jefe del Startup Europe Sector en la Comisión Europea, más del 50% de del empleo nuevo creado en Reino Unido en el último año corresponde a startups.
Salud, principal interés de startup
¿El mundo del seguro es un reclamo para este tipo de empresas?
Es un sector interesante, donde la escalabilidad no es un obstáculo como en otros. Según un informe de CB Insights, en 2015 las startups dedicadas al desarrollo de tecnología para este sector consiguieron más de 2.500 millones de euros de financiación, triplicando lo conseguido en 2014.
Desde su punto de vista, ¿qué pueden aportar este tipo de empresas a este negocio tan particular?
Es un sector donde el Big data puede ayudar a tomar decisiones, a calcular riesgos y a segmentar clientes por su riesgo. Creo que puede ser la mayor aportación de la innovación tecnológica al sector. La unión con el fintech también es algo interesante para el sector seguros.
Sin embargo y como hemos comentado antes no podemos olvidar que es un sector con barreras de entrada muy altas, tanto a nivel económico como regulatorio.
¿Dónde podría haber nicho de negocio?
Dentro de los seguros de Salud es donde más startups se han creado, suponiendo un 50% del negocio de las startups de seguros.
Quizás veamos disrupción en el sector de mano de la economía colaborativa, por ejemplo a través de ayuda directa entre particulares en seguros de automóviles.
¿Conoce startups ‘metidas’ en el sector asegurador? ¿Cuenta con alguna previsión sobre el interés para abordar este sector?
Es un sector que todavía no ha despegado en España, lo que se explica por las barreras que hemos comentado y por la importancia del subsector de seguros de Salud, que no es tan importante en España como en otros países donde no cuentan con una cobertura tan amplia de sanidad pública.
I-salud es uno de los nombres consolidados del sector. Fuera de nuestras fronteras, tenemos ejemplos interesantes como Friendsurance, Guevara o Insly.
Regulación como obstáculo
¿La ingente regulación del sector asegurador supone impedimentos para el desarrollo de una startups en este negocio?
En general todos los sectores sobreregulados son difíciles para las startups, que se caracterizan por “ir por delante” del sector, ser flexibles y crecer de modo rápido. Sin embargo, las startups están entrando en sectores tradicionalmente hiperregulados y creando interrogantes precisamente sobre esta necesidad: transporte, turismo o más recientemente, el sector financiero o el de la salud, que pasados por el filtro de la innovación tecnológica se convierten en fintech y e-health, respectivamente.
¿El número de recursos necesarios para cumplir con las normas puede ser un desaliento?
Sí, las barreras de entrada son un desaliento muy importante, sobre todo las financieras.