Los movimientos migratorios en España han sufrido importantes cambios en los últimos años. Si hasta mediados de la primera década del año 2000 los flujos de inmigración eran todavía superiores a los de la emigración, la situación dio un giro radical a partir del inicio de la crisis económica invirtiéndose por completo esta tendencia. Esta nueva movilidad, unida al importante colectivo de extranjeros que sigue optando por nuestro país como lugar de retiro atraído ahora por los precios más bajos, la bonanza climática y la calidad de vida, comporta el desarrollo de nuevos productos que en el caso del seguro se concretan en pólizas de Viaje y Accidente, seguros de Salud, Hogar, Auto u otros productos dirigidos para colectivos concretos que necesitan planificar su vida en un nuevo país.
Según datos del informe “Los flujos migratorios en España durante la crisis” (Banco de España, Boletín económico, septiembre 2014), los flujos de inmigración en España llegaron a alcanzar alrededor del 2% de la población total en un solo año en los tiempos previos a la crisis económica. Sin embargo, desde 2008 el saldo migratorio se ha vuelto negativo, y en 2013 el número de emigrantes superó el medio millón de personas.
Desde ese año las emigraciones experimentan un importante y constante aumento anual, no solamente entre los extranjeros que retornan a sus lugares de origen sino también entre los mismos españoles, y especialmente la llamada generación E - E-xpatriados, E-rasmus, E-uropa, É-xodo-, españoles intelectualmente preparados, que buscan de nuevas oportunidades de trabajo en los países más desarrollados.
Los emigrantes españoles se duplican
Si durante los primeros años de esta nueva situación la mayor parte de estas salidas de población (en torno al 85%) estaban protagonizadas por extranjeros residentes en España, en los últimos tiempos se ha detectado ya el aumento del número de españoles que muestran propensión a emigrar. En este sentido, las salidas de población española nacida en España se han más que doblado a lo largo de la crisis, desde unas 25.500 personas en 2008 hasta las 52.160 en 2013.
De modo similar a los factores que influyen en la emigración de los extranjeros, esta decisión parece provocada por razones relacionadas con las tasas de desempleo. Sin embargo, mientras que la mayoría de los emigrantes de nacionalidad extranjera que salen de España son sudamericanos que regresan a sus países de origen, la mayor parte de los españoles que emigran lo hacen a países europeos (principalmente, a Alemania y Reino Unido), seguidos de países americanos (Estados Unidos).
Tipologías
El perfil de este nuevo emigrante es el de un varón –y en menor medida, mujer- en edad productiva, aunque, como característica novedosa de este fenómeno, se detecta también un modelo migratorio compuesto de adultos o familias enteras. Dentro de esta tipología podrían incluirse distintos perfiles: desde los investigadores de elite o directivos de éxito reclamados por centros y empresas internacionales de prestigio, a séniors y júniors, con carreras iniciadas y afectados directamente por un ERE; pasando por becarios y otros trabajadores menos cualificados sin carreras y con pocas expectativas; jóvenes recién licenciados en programas de Erasmus; o incluso trabajadores expatriados del mundo de la empresa, que debido a la crisis tienen que aceptar los desplazamientos que éstas imponen.
Razones
Dos grandes grupos de razones pueden explicar este fenómeno. Las primeras relacionadas con la crisis económica, la impotencia política y el descrédito nacional, que han agudizado la precariedad laboral y la búsqueda de oportunidades para aprender y mejorar fuera de España, donde se reconoce más el talento. Aunque para algunos sea duro tener que marcharse, la idealización de un modelo en el que pocos parecen haber fracasado, es un factor decisivo.
El segundo gran grupo son las razones relacionadas con una nueva práctica empresarial basada en la movilidad internacional de los trabajadores y la explosión de las grandes multinacionales ETT y Head Huntings cuyo cometido consiste en poner en circulación el capital humano para otras empresas e instituciones.
En su artículo “Fuga de cerebros y crisis en España: los jóvenes en el punto de mira de los discursos empresariales”, el sociólogo de la Universitat de València, Antonio Santos Ortega, analiza este nuevo axioma en la gestión de empresas que da lugar a un modelo de redes donde el capital movilizado es la esencia de la dinámica, basándolo en datos tan reveladores como que el 50% de la cifra de negocios de las empresas del Ibex 35 se hace ya fuera de España con su correspondiente buen número de trabajadores y directivos expatriados.
Otros términos definidos en dicho artículo son el ‘job hopping’, saltar de una empresa a otra, en un proceso de movilidad permanente, y el concepto de ‘ciudades creativas’, estas últimas descritas como aquellas que logran atraer el talento de una ‘clase creativa’, “entendida como una aristocracia móvil del saber, procedente del extranjero, que empuja un círculo virtuoso en dichas ‘ciudades creativas’ que las sitúa a la cabeza del crecimiento”.
Extranjeros en España
El Instituto Nacional de Estadística (INE) cifraba en 4.905.495 el número de extranjeros con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor en España a 30 de junio de 2014. De entre estos, el número de extranjeros en Régimen Comunitario es de 2.724.189, lo que supone el 55,53% del total.
Entre las quince nacionalidades con mayor presencia en España, ocho corresponden a países de la UE. Los incrementos relativos interanuales más significativos se han producido en Francia e Italia con el 6,16% (6.964) y 5,38% (10.737), respectivamente. El 50,58% de los extranjeros en este régimen reside en Madrid (427.314), Barcelona (295.512), Alicante (200.842), Málaga (156.410), Valencia (153.944) e Islas Baleares (143.819).
Según el INE, el 26% de los ciudadanos UE tiene residencia permanente. Aunque el colectivo más numeroso corresponde al intervalo de entre 25 y 44 años (50%), los mayores de 60 años alcanzan ya el 12,34% (336.288 personas), la mayoría concentrados en las zonas costeras, especialmente la Comunidad Valenciana, Baleares y Málaga.
El clima es el principal factor de atracción que convierte a España en el destino favorito de muchos ciudadanos comunitarios. Otras razones están relacionadas el estilo de vida tranquilo y saludable, el carácter abierto y positivo de los españoles, el bajo coste de la vida o la atención sanitaria.
Algunos de ellos ya conocían el país como turistas o veraneantes y, para estos últimos, únicamente se trata de un traslado a su segunda residencia ubicada hace años en la costa española. Para otros, en cambio, se trata de una transformación más radical que requiere de un proceso de adaptación que se vuelve especialmente complicado si el traslado incluye también a la pareja o a la familia.
Realojamiento a medida
Además, en el caso de los expatriados por cuestiones laborales, ya no se trata del antiguo concepto de enviar un delegado a la filial, sino de desplazar profesionales a los que hay que convencer con atractivos incentivos. En este sentido, han proliferado las empresas especializadas en movilidad internacional que, con un trato local y en el idioma propio, se dedican a ofrecer servicios de consultoría, asesoría y realojamiento a medida para estos colectivos.
Se les ofrece planificación y apoyo durante el proceso para garantizar un traslado cómodo y sin complicaciones. Desde facilitar los trámites de traslado y establecimiento, buscar una residencia adecuada o gestiones financieras hasta acompañamiento al cónyuge, búsqueda de colegios y centros lúdico deportivos para los hijos, centros de salud, ayudas con el idioma o entrenamiento cultural y gastronómico.
Un ramo para la mediación
En el campo de los seguros, estos colectivos han abierto un interesante mercado para la mediación. Cuando llegan a su nuevo lugar de residencia, los expatriados se encuentran un país foráneo y buscan alguien de confianza para asesorarles en cuestiones de organización de sus seguros, o para informarles sobre dónde están los riesgos y cómo protegerlos mejor. Según Daniel Worth, director técnico y socio fundador de la correduría Op de Beeck & Worth de Marbella, “buscan un servicio profesional, eficaz, rápido, ágil, y estar bien asesorados. En definitiva buscan a alguien en quien confiar”.
También las compañías han visto el enorme potencial de este mercado para el colectivo mediador. En esta línea, Liberty Seguros organizó el pasado mes de octubre en Bilbao la XII edición de la Convención Workshop & Fun, un encuentro con mediadores de seguros especializados en expatriados, que contó con la asistencia de casi 60 mediadores españoles.
En España, Liberty Seguros es una de las principales compañías aseguradoras en ofrecer sus productos a los residentes internacionales y cuenta con una unidad específica y un centro de servicio exclusivo para ellos. Entre los distintos productos de seguros para expatriados, se incluyen desde la Salud, hasta los Accidentes, pasando por los seguros de Hogar, Vida, coches y los relacionados con el sector del ocio (náutica, golf) o incluso mascotas.
Según Iván Ortego, Director del Negocio Expatriates de Liberty, “la compañía comprende la importancia creciente del público ‘expatriate’ y sabe adaptarse a sus necesidades. Una aseguradora que entienda la situación de los extranjeros que viven en nuestro país, y que les ofrezca experiencia en el sector además de un trato personalizado a través del canal mediado, se convierte en una aseguradora de confianza”.